En el juicio, el médico que le había vendido el veneno al esclavo testifica que el veneno no es tal, sino un somnífero muy potente porque no confiaba en el esclavo. A continuación, se descubre toda la trama y castigan a la madrastra y al esclavo.
A los días, vuelven a vender al burro a dos esclavos, uno panadero y otro pastelero, a los que Lucio les roba los pasteles. La fama del asno llega a oídos del amo quien decide comprarles a los esclavos el burro para su diversión, y se lo encomienda a un liberto, pero el liberto lo alquila para espectáculos. En uno de sus espectáculos, quieren obligarlo a copular con una presa en la cárcel. Lucio decide escapar antes del espectáculo, y llega a una playa donde reza a la diosa Isis.
Tras haber rezado se le aparece la diosa sobre el agua, y le dice que para salvarse deberá ir a la procesión del día siguiente en su honor, y allí el sacerdote le ofrecerá una corona de rosas para transformarse en humano. De esta manera la gente conocerá el poder de Isis, y Lucio decide hacerse sacerdote de la diosa.